BALAÍDOS: FÚTBOL Y POLÍTICA

MUNDO CELESTE

Grada de Gol, con un enorme trisquel en el centro.

Por Diego Bermúdez 

“El fútbol es la cosa más importante de las cosas menos importanes”- Arrigo Sacchi

La pasada semana informábamos de la gran noticia adelantada por el periódico Faro de Vigo: la reforma del estadio municipal de Balaídos gracias al acuerdo entre el Concello y el Celta. Desde entonces, varios actores han querido sumarse al proyecto con el fin de complementarlo y, de paso, anotarse un tanto de cara a las próximas elecciones municipales de 2015.

En un principio, el acuerdo entre el Ayuntamiento y el club estaba presupuestado en 8 millones de euros (6 millones de los presupuestos y 2 de las arcas del club) para la reforma de las gradas de Río y Tribuna, dejando para más adelante la modificación del resto de gradas. Si bien, la Diputación de Pontevedra también ha querido entrar en el jugoso pastel, señalando que “tiene solvencia económica” y que puede asumir su parte de forma inmediata. De esta manera, el ente provincial participará con una cuantía “similar a la del Concello” (en principio de 8 millones pero que será definida cuando se consensúe el proyecto integral), con el objetivo de completar el proyecto mediante la financiación del derribo y reconstrucción de las gradas de Marcador y Gol, de forma que ambas gradas se aproximen al terreno de juego. Así lo ha comunicado el arquitecto Santiago González: “se tirarían esos dos fondos, que están muy alejados, y se haría un estadio más cerrado, con una tipología como la de los campos ingleses, acercando las gradas a las porterías para que la presión del público llegue a los jugadores”.

Tales modificaciones han incrementado el presupuesto inicial hasta los 25 millones de euros al añadir un coste de 9 millones por cada una de estas dos gradas. Para sufragar la reforma, la Diputación busca también el apoyo de un cuarto agente, el Consorcio de la Zona Franca, que es quién ostenta la propiedad del suelo dónde se encuentra ubicada la grada de Río. Además, el presidente provincial señaló, sobre la participación de la Zona Franca en una operación de estas magnitudes, que “hay precedentes con el Consorcio de Cádiz en el estadio Ramón de Carranza”. En este sentido, el Consorcio de la Zona Franca puede tener gran importancia en la reforma de Balaídos, ya que en un principio no está previsto la construcción de un párking. Sin embargo, como señala Faro de Vigo, Zona Franca proyecta un aparcamiento en altura en el polígono industrial que queda al otro lado de la avenida Alcalde Portanet, de forma que los aficionados puedan usar el estacionamiento, el cuál se conectaría con la grada de Río mediante una pasarela.

De esta forma, si se alcanzase un consenso, el arquitecto Santiago González (diseñador de la propuesta de la Diputación para Balaídos) prevé que la reforma concluya en 2016, realizándose “grada a grada” y aumentando el aforo entre 32.000 y 35.000 localidades. Así, se completaría el plan de reforma inicial, tal y como expresa el presidente del ente provincial Rafael Louzán: “es el momento de que todos colaboremos para conseguir un nuevo equipamiento moderno, funcional y accesible. Sería una buena forma de resolver con carácter duradero los problemas estructurales y de seguridad que ofrecen ahora mismo las instalaciones de Balaídos”.

Si bien, hay que tener en cuenta que el partido de gobierno en Vigo (PSOE) no dispone de mayoría para poder tomar las decisiones; es decir, depende de otros partidos para poder sacar adelante los proyectos, como es el caso del nuevo balaídos. En este sentido, es el PP quien dispone de mayoría absoluta en la Cámara provincial, por lo que tiene “la sartén por el mango” para aprobar la partida presupuestaria destinada a la reforma del coliseo olívico. De hecho, el Concello de Vigo solo tiene disponibles 1,2 millones de los 6 que destinará a la reforma, por lo que requiere de la aprobación de una modificación de crédito por la cuantía restante y, para ello, necesita los votos del Partido Popular, siendo estos “quienes pueden hacer posible el proyecto”, según las palabras expresadas por Louzán,

Precisamente, el presidente del PP de Vigo, Jose Manuel Figueroa, también se ha mostrado partidario de la reforma, señalando que: “si hay buena disposición por todas las partes, creo que ha llegado el momento de abordar una obra de esta importancia”, y recalca que “el Celta es el club más importante de Galicia, genera retorno a la economía de esta ciudad y el estado necesita una reforma con carácter duradero”.

Finalmente, al hilo de esta propuesta de reforma de Balaídos, un grupo de arquitectos gallegos ha ofrecido su particular propuesta, basándose, como recoge la web moiceleste, en los siguientes factores claves: sostenibilidad, captación de energía, estructura ligera, economía, recuperación del Río Lagares, párking (4500 plazas) y un área comercial (de 10.800 metros cuadrados). Esta idea, supondría reformar íntegramente Balaídos en un plazo de 5 años, acercando las gradas al campo y desplazando ligeramente el estadio para dejar “respirar” al Río Lagares que se encuentra ubicado bajo la grada de Río. En esta grada, también se colocarían los vestuarios y se situarían los palcos VIP y de autoridades, así como las cabinas de prensa. Su precio rondaría los 40 millones de euros para una capacidad de 35.000 localidades. En definitiva, se trata de una variante más a la hora de tratar la reforma de Balaídos, si bien en los tiempos de crisis actual resulta complejo la ejecución de un proyecto de estas dimensiones.

Nuevo Balaídos, según la propuesta de un grupo de arquitectos gallegos

Así pues, parece evidente la buena predisposición de todas las partes para lograr que salga adelante la reforma del estadio vigués. Sin embargo, bajo este manto de cordialidad puede esconderse una estrategia política encaminada a la consecución de votos de cara a las futuras elecciones municipales. Además, hoy en día no se ha aprobado definitivamente ningún proyecto de remodelación de Balaídos. El tiempo pasa, la liga comienza en menos de un mes y los aficionados vemos que hasta ahora las diversas propuestas han quedado en papel mojado. Mientras tanto, la política y el fútbol viven mezclados en un juego de intereses donde los más perjudicados son los aficionados y sus sentimientos hacia el club de sus amores.