Punto de oro logrado por el Celta en
la pasada tarde-noche en el estadio del vigente campeón de Liga, el
Atlético de Madrid. Punto, cuyo mérito recae, en gran parte, en el
“Gato de Catoira” y en sus excelentes paradas felinas que
evitaron salir derrotados del Vicente Calderón. Como cabía esperar,
el Celta sufrió lo indecible en las jugadas a balón parado del
Atlético, especialidad propia en la ribera del Manzanares. Fruto de
ellas, llegaron ambos goles colchoneros por parte de su pareja de
centrales. Por su parte, el Celta se adelanto con una genialidad del
“Tucu” Hernández y empataría el partido con un gol de Nolito
tras penalty provocado por Planas. En los minutos finales, los
olívicos se dedicarían a conservar un resultado que sabe a gloria y
que deja muy buenas sensaciones de cara al derby del martes.
Berizzo introdujo, por fin, rotaciones
en el once inicial. Hugo Mallo y Pablo Hernández eran de la partida
y se caían de la titularidad Jonny y Nolito, este último por las
molestias sufridas durante la semana. El resto, era el equipo base
con Sergio en portería que estaba resguardado en defensa por el
propio Hugo y Planas en los laterales y por la asentada pareja de
centrales compuesta por Cabral y Fontàs. Por delante, Radoja ejercía
de pivote defensivo escoltado en los interiores por Pablo Hernández
y Álex López. Arriba, Krohn dejaba su puesto de interior para
ocupar el extremo izquierdo, acompañado por Orellana en el extremo
derecho y Larrivey como 9 de referencia.
Los celestes comenzaron el partido con
dificultades para desarrollar un juego combinativo ante la presión
rojiblanca. Así, los delanteros Griezmann y Raúl Jiménez se
volvieron un auténtico incordio para la defensa céltica que tuvo
que recurrir en ocasiones al pelotazo como vía de escape. Los
pupilos de Simeone llegaban con más claridad ante una defensa muy
adelantada del Celta. Fruto del mayor dominio colchonero, llegaron
sendas ocasiones de Tiago y Jiménez al cuarto de hora. Sin embargo,
cinco minutos más tarde llegaría el gol del Celta gracias a una
genialidad del “Tucu”, quién remataría con la espuela de
espaldas un centro de Planas. La propia obra de arte del jugador
argentino despistó a Moya, que nada pudo hacer ante el exceso gol
celeste.
El gol espoleó al Celta que empezó a
dominar el partido, pero poco a poco el Atlético se fue sacudiendo
el control céltico. Así, se sucedieron varias oportunidades
colchoneras de la mano de Griezmann y Ansaldi que obligaron a lucirse
magistralmente al “Gato de Catoira”.
Sin embargo poco pudo hacer Sergio
ante la pizarra de los del Cholo que, una vez más, daba su
recompensa. En el minuto 30, tras una falta botada por Koke, Miranda
remataría el balón con el pié completamente solo al fondo de las
mallas estableciendo las tablas en el electrónico. El gol noqueó al
Celta, que se puso a merced del Atlético. Y los colchoneros lo
aprovecharían, otra vez a balón parado. En el minuto 40, y esta vez
de esquina, Godín remataría un perfecto centro que devolvía la
victoria momentánea a los madrileños.
Así se llegaba al descanso, con un
Orellana muy molesto tras una falta previa no pitada que le acabaría
acarreando una amarilla. En la reanudación, Berizzo movería el
banquillo dando entrada a Nolito por un desdibujado Álex López.
La entrada del gaditano permitió al
Celta volver a recuperar el control del partido. Así, Hugo Mallo,
tras asistencia de Orellana, tendría el gol del empate en sus botas
tras una gran internada por banda derecha que erraría en los últimos
metros frente a Moyá. Las llegadas celestes eran constantes, y fruto
de ello sucedería la acción del penalti. Planas recibe dentro del
área rival, recorta a Miranda y este le derriba claramente. Penalti
que transformaría con eficacia Nolito, estableciendo de nuevo las
tablas en el marcador.
Tras el empate del Celta, el Atlético
comenzó a arrinconar a los celestes en su área. Aquí, de nuevo,
resurgió Sergio con magníficas intervenciones a Griezmann y a un
disparo a bocajarro de Raúl Jiménez, que salvaron un punto de oro
para los vigueses. El Atlético estaba completamente volcado hacia la
meta celeste, incurriedo en un par de fueras de juego bastante
claros. Para la polémica queda una posible carga de Cabral sobre
Cerci dentro del área, dónde el argentino pudo impedir al nuevo
fichaje colchonero alzarse para rematar.
Berizzo buscaría conservar el empate
dando entrada a Sergi Gómez en lugar de Pablo Hernández. El catalán
ejercería un lugar intermedio como libero y, a su vez, como ayudante
de Radoja en el pivote defensivo. El “toto” también daría
entrada a Jonny por Krohn-Dehli.
Los cambios encerraron todavía más
al Celta que sufría constantemente con centros laterales y con
jugadas de estrategia. Sin embargo, nada pudieron hacer los
colchoneros ante la excelsa noche de un Sergio sobresaliente. Al
final, punto de oro para el Celta en un campo complicadísimo donde
muy pocos equipos lograrán puntuar esta temporada. Toca recuperarse
del esfuerzo, seguramente realizar alguna que otra rotación, y
centrarse en el clásico del fútbol gallego. Las sensaciones son
inmejorables.
Escrito por Diego Bermúdez de
@mundo_celeste
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