miércoles, 1 de abril de 2015

Acabemos con el 'virus FIFA'

Por Hugo Estévez Cividanes

Luka Modric baja de 4 meses tras un Italia-Croacia (marca.com)

El denominado virus FIFA salta a la palestra en los diversos parones de las competiciones nacionales de clubes, para dar paso a partidos clasificatorios de las selecciones y como relleno de esas dos semanas de parón con irrelevantes encuentros amistosos. Hace referencia a las lesiones sufridas por los jugadores durante la estancia con sus respectivas selecciones nacionales para afrontar esos compromisos esporádicos, tanto oficiales como no oficiales.

Tal como la imagen superior lo muestra, Modric se retira lesionado de San Siro mediada la primera parte del clasificatorio para el Francia'2016, Italia 1 - Croacia 1 (noviembre de 2014), con una lesión muscular en la pierna izquierda que lo tuvo apartado de los terrenos de juego hasta hace bien poco (y eso que al principio era un simple tirón). El Madrid, lo pagó caro en buena parte, con su eliminación copera, la pérdida del liderato liguero y debacles como ante el Schalke en el Bernabéu (y eso que participó en esta última unos minutos).

O quién no se acuerda de la rotura en el gemelo de Víctor Valdés al realizar un despeje en el crepitoso césped del Soccercity de Johanesburgo. La imagen inferior nos refrescará la memoria, por el atípico sustituto de Valdés. Un amistoso para olvidar de España, por su derrota y en el que el "correcto" Del Bosque metió bien la pata al realizar un cambio a mayores del estipulado.

Álvaro Arbeloa, "portero" menos goleado de La Roja (telecinco.es)
Cuando la rodilla es la zona afectada, ya nos tiramos de los pelos de verdad, porque el medio año en el dique seco no te lo suele quitar nadie. Que se lo digan a Sami Khedira, que se rompió el ligamento cruzado en un choque fortuito con Andrea Pirlo en un amistoso ante Italia en septiembre de 2013. Y no hablemos cuando el terreno de juego es el factor determinante en las lesiones, como le pasó al argentino Maxi Rodríguez en 2007, que se lesionó él solo tras un fatal giro de rodilla en el impracticable césped de la Nueva Condomina, en un amistoso frente a La Roja.

Son algunos ejemplos de una larga lista de hechos similares, de un problema que se debería de erradicar, sobre todo cuando se van sumando casos nuevos en cada tanda de compromisos internacionales en plena temporada, y no por cuentagotas precisamente.

¿Cómo combatir ese fenómeno maligno?

Como bien sabemos en zona europea, las grandes ligas -y las no tan grandes también- detienen su competición a las pocas jornadas del pistoletazo de salida de los campeonatos (en septiembre), a la segunda semana de octubre (coincidiendo con el día de la Hispanidad aquí), a mediados de noviembre (fecha en las que se realiza la repesca clasificatoria, para mundial y eurocopa, en años impares) y la parada cuaresmal a finales de marzo.

Servidor, ve innecesarios los cuatro parones ligueros (como mucho veo viable el de las repescas, para luego realizar los pertinentes sorteos de la fase de grupos de las fases finales, valga la redundancia). Una por los equipos, que cortan sus dinámicas y a la vuelta de competición suelen sufrir varapalos, en parte porque no todos los jugadores suelen regresar el mismo día a la concentración de su equipo (los sudamericanos apenas cuentan con un día antes del siguiente partido, por ejemplo). Quién no se acuerda de aquel 0-2 del más que descendido Hércules en el Camp Nou con doblete de Nelson Aedo Valdez, por muchos, achacado al virus FIFA (era el partido de vuelta tras el parón de septiembre de 2010).

El espectador, y ahí obviamente me incluyo, desea estar siguiendo las evoluciones de su equipo particular sin pausa, que total para ver soporíferos amistosos internacionales donde no se saca nada en limpio -muchos cambios y poco juego- y que muchas veces incluyen en el pack las citadas lesiones, acaba pagando el pato el club, que es quién asalaria al jugador que va gratis a jugar con su combinado nacional.

Pues que quieren que les diga, por mi parte, esos, a los sumo, ocho encuentros intercalados en el calendario de las competiciones de clubes, podrían disputarse a final de temporada de manera consecutiva, una vez concluidas todas las ligas (lo más seguro que pillase de mitad de mayo a mitad de junio). Desde mi punto de vista, esa reestructuración de calendario -sincronizada para todas las ligas en la mejor medida posible- sería interesante e inteligente para los clubes, que al fin y al cabo son los dueños de los jugadores

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denominación que hace referencia a las lesiones sufridas por los jugadores durante la estancia con sus respectivas selecciones nacionales,
denominación que hace referencia a las lesiones sufridas por los jugadores durante la estancia con sus respectivas selecciones nacionales,

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