sábado, 20 de diciembre de 2014

EL CELTA ENTRA EN SU HISTORIA MÁS CAÓTICA


Escrito por Hugo Estévez (@HuguinsonEC)

Bienvenido parón liguero para un Celta que se despide este 2014 de la competición doméstica y ante una afición menos animosa que al comienzo de curso, con una derrota ante un Almería que llevaba casi tres meses sin obtener los 3 puntos en un encuentro del torneo doméstico, desde aquel carambolesco 0-1 en Riazor a finales de septiembre. Venían los almerienses a Balaídos con alguna baja importante y con el debut de Juan Ignacio Martínez como director técnico. Y como no, el equipo olívico ejerció de "resucitamuertos" por primera vez esta liga, al igual que lo hizo el Athletic el sábado pasado ante el Córdoba; en una jugada torpe por parte de los celestes (enésimo córner a favor mal sacado, bagaje defensivo paupérrimo y remate final regalado), que le sirvió a los andaluces para llevarse el preciado botín a las primeras de cambio. Y sí, parecía el partido de la inflexión como el año pasado para el devenir celeste, pero acabó confirmando el eterno dicho futbolero de "a entrenador nuevo, victoria segura".


Y es que el Celta, por sexto partido consecutivo dejó la portería de su rival intacta y supera esa mala marca de negatividad de cara al gol, que instala en los 576 minutos e invita a reflexionar a plantilla y afición en estas dos semanas de parón, de que es lo que falla, porque últimamente se reiteran los errores y no se encuentra la clave para cambiar la dinámica de dianas y resultados. La anterior pésima racha, databa de la temporada 1994-1995, -cuando Carlos Aimar daba golpes en el pecho a sus jugadores en la boca de vestuarios- y en donde Vlado Gudelj y compañía tardaron 504 minutos en volver a encontrar el idilio con la red adversaria.

Preocupante el rumbo celeste en los últimos encuentros de carencia goleadora. Exceptuando al choque del Santiago Bernabeu, ya que la entidad del rival, arroja unos análisis diferentes a los de encuentros más asequibles para lograr la mínima puntuación. Extrayendo datos respecto a las cuatro derrotas por la mínima, vemos una sinopsis similar en todos ellos. Gol rival en prácticamente la primera llegada que generan: Bueno (20', Rayo), Del Moral (31', Eibar), Samu García (21', Málaga), Hemed (17', Almería) y a partir del golpe, el Celta se muestra más ansioso conforme no iba fructificando sus oportunidades y el rival más cómodo en su ardua tarea defensiva con el paso de los minutos. Quince días ahora para extrapolar sobre el epicentro de la crisis de resultados actual.


Modificaciones de Berizzo en el once inicial, pero dejando intocable su clásico esquema. Sergio Álvarez defendería la portería una semana más. Defensa de cuatro, con un ayer pésimo Hugo Mallo (sobre todo en los centros) y Jonny Castro en los laterales; el damnificado sería Planas, que aún no cogió el tono competitivo. Entraba el inconmesurable Gustavo Cabral en el centro de la defensa, en detrimento de Sergi Gómez, acompañando a Andreu Fontás. El estandarte luchador, Nemanja Radoja, ejerciendo como líbero-mediocentro defensivo, con Michael Krohn-Dehli en la elaboración -bastante espeso, por cierto, anoche-, Augusto Fernández como interior y arriba, en las bandas el actualmente entonado Santi Mina -que dejaba al renqueante Nolito en el banquillo- y Fabián Orellana en el lado opuesto. Arriba, Charles entraba en el sitio del considerado insustituible Joaquín Larrivey, hasta entonces, posiblemente víctima de unas declaraciones suyas (mal interpretadas por muchos y sacadas de contexto por otros) tras la vuelta copera ante Las Palmas el pasado martes.

El primer XI de JIM, sería el formado por el debutante Julián Cuesta (a la postre decisivo en el partido), que sustituía a Rubén Martínez, víctima en últimas fechas de una luxación de codo. Defensa de cuatro integrada por Ximo Navarro y el galo Dubarbier en los laterales con Ángel Trujillo y Fran Vélez en el centro de la zaga. Medio campo para Thomas y Jose Antonio Verza (autor de un bello gol ante el Madrid), como volantes. Tridente de ataque para, Edgar Méndez, Jonathan Zongo y Miguel Ángel Corona, escoltando al único punta, el israelí Tomer Hemed.

Acostumbrados a ello, empezó el Celta "magreando" el esférico, volcado en campo rival y carente de ideas de cara al último empujón a la meta rival. Diecisiete córners botados por los celestes ayer y en uno de los primeros: mal saque, buscando alguien que la peine en el primer palo, despeje del defensa de turno almeriense, contraataque permisivo reculando en exceso, centro al área y Fontás en un deficiente y flojo intento de despeje, acaba metiéndola en la propia meta, ante la presencia de Tomer Hemed, que apuraría sobre la línea de gol para anotarse la autoría del tanto. El Celta trataría de restablecerse al instante, pero el cabezazo de Cabral bien dirigido al ángulo superior derecho, lo despeja con una buena palomita Julián a saque de esquina. El dominio celeste era evidente, faltaba certificar el peligro en la zona de castigo.

Muy permisivo el colegiado Gil Manzano (ese mismo que anuló dos goles legales al Celta en Mallorca en abril de 2013 cuando estaba jugándose la permanencia de la categoría), con el meta ayer titular en los visitantes, Julián. Lo apercibió en la primera pérdida de tiempo, pero le perdonó la primera amarilla en media docena de ocasiones en la primera parte. Ese era el recurso del Almería, a raíz de la exigua ventaja, arañar segundos en cuanto se pudiese o se le permitiese.

Radoja se retira y entra Álex López en su lugar. Quizá no era el cambio adecuado, en vista del provisional resultado, pero así lo decretó el Toto. A los dos tercios de encuentro falta peligrosa a favor del Celta, que Orellana estrella en la cruceta, con Julián prácticamente batido en una inmejorable ocasión. Minutos después es Santi Mina el que deja el tapete de Balaídos, para que entre Nolito en misión revulsiva. El propio Nolito, dispondría al poco de entrar de una pena máxima para igualar el encuentro, pero Julián le adivina el lado y da un portazo prácticamente definitivo a las opciones celestes de meterse en el choque. Quizá no era el lanzador adecuado el sanluqueño, ya que poco hacía de su ingreso en el rectángulo de juego y otros como Charles podrían haber obrado con mejor tino. Pudo Thievy al minuto de entrar por Jonathan Zongo, sentenciar el partido en una fugaz contra, dejando al descubierto las carencias celestes en dichas jugadas, pero Sergio desbarata la contra franjirroja con una gran intervención.

A falta de diez minutos, otro evidente error del Toto, sacar a su segundo punta, sin tiempo apenas para que haga mella tal entrada en el rival. El retirado iba a ser MKD, pero la circunstancial lesión de Charles, le mandaría al banquillo al brasileño. Menos dinamita arriba para los últimos arreones locales. El tiempo restante, serviría para ver la alucinante primera amarilla al portero del Almería en el minuto 87 (después de echarse medio partido a buscarla) y el equipo andaluz para hacer sus dos últimas variaciones con el fin de arañar unos segunditos al cronómetro. Entrarían Mauro Dos Santos y Quique González, por Edgar Méndez y Corona, respectivamente. De ahí al final, posesión local con juego plano y sin mordiente, más centros estériles de Hugo Mallo, en idéntica analogía con los saques de esquina botados por el poeta Orellana, que desesperaban cada vez más al presente y los clásicos uno contra uno de Nolito, más inertes que nunca.

Vuelve la esperanza al cuadro septentrional al reencontrarse con el triunfo después de una larga travesía cosechando goleadas en contra y pocas opciones de llevarse los partidos y preocupación mayúscula en Casa Celta por la crisis de resultados, la sequía goleadora y el difícil calendario que se avecina a la vuelta de vacaciones, con siete días cruciales para el devenir del curso ante Sevilla, Athletic y Valencia.

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