Este pasado sábado 1 de noviembre, el Real Club Celta de Vigo, añadió una página de oro a su nonagenaria historia, conquistando por primera vez el Camp Nou y mérito extra al lograrlo con varios efectivos del mejor Barça de la historia enfrente (Alves, Busquets, Xavi o Messi). Fue por la mínima, pero la proeza sabe como un pequeño título prácticamente, a merced de la suprema entidad del rival.
Llevaba 56 partidos consecutivos marcando al menos un gol el FCB en el Camp Nou. El anterior meta que se fue a cero del feudo de la Ciudad Condal, fue el ex-céltico Javi Varas, que se despidió del respetable barcelonés deteniendo un penalty a Leo Messi en el descuento, aunque tal heroicidad no se tradujo en los tres puntos para su Sevilla, ya que dicha contienda acabó sin goles. La anterior vez que el Barça no mojó, fuera ante el Hércules, con aquella derrota en la segunda jornada (el día de la Diada catalana, para meter más el dedo en la llaga), con doblete del paraguayo Nelson Haedo Valdez (0-2).
El guión era previsto y el Celta sabía de antemano las pocas posibilidades que llevan los equipos al coliseo azulgrana para obtener los 3 puntos y más cuando los culés venían dolidos de su derrota en el clásico y querían resarcirse ante el primero que pillasen. Pero no fue así, fiel a su estilo, el Toto no varió una pizca de su exitoso sistema, ni reservó futbolistas para encuentros futuros, donde el Celta tuviera la disputa de los puntos más asequible. No, no... le discutió al Barcelona la posesión, dejando unos buenos registros a su favor (43% en el Camp Nou de un equipo visitante).
El hombre del partido, fue el cancerbero céltico, Sergio Álvarez, que nos brindó una de las mejores noches de un portero olívico, máxime por el escenario donde se encumbró. Y es que con el paso de los minutos el catoirense fue acumulando intervenciones (muchas de ellas con la inestimable ayuda de los palos), que iban acrecentando su actuación.
Antes del primer cuarto de hora, le detuvo un flojo disparo a Neymar y luego el larguero le protegió de otro lanzamiento del brasileño. En torno a la media hora de juego, realizó su segunda mejor parada del partido en una buena jugada trenzada del Barça, sacando de la escuadra con una espectacular palomita un tiro bien colocado de Messi. Poco antes del descanso, enmendó un mal despeje suyo, sacando con la punta de los guantes un remate cruzado de Neymar. El brasileño no estuvo atinado de cara a puerta y la madera se alió de nuevo con Sergio en la reanudación, con otro disparo al larguero del propio Neymar. Minutos después, despejó sin problemas un disparo de Messi y un remate de cabeza del Luís Suárez. Y en el tramo final, realizó la mejor parada del partido, desviando un remate del charrua, bien ajustado al poste a media altura.
El histórico gol del encuentro, pues por confesión al día siguiente de su asistente, fue algo ensayado en A Madroa durante los primeros meses de temporada. Un tanto que nace de un saque de puerta de Sergio, el Tucu Hernández se anticipa por alto al siempre combativo Mascherano rebasado el círculo central y Nolito caza la bola en el borde del área y con un taconazo deja en jaque a la zaga azulgrana, sirviéndole un balón maravilloso a Joaquín Larrivey que la enchufa pegada al palo izquierdo de Claudio Bravo, estrenándose el argentino a domicilio con la camiseta celeste.
Para la historia quedará esa alineación, como en otras citas importantes celestes (visitas europeas al Villa Park, Anfiel o San Siro y recibimientos en casa a Juventus o Benfica; así como las victorias en el Bernabeu,...). Me despido enumerando los once magníficos: Sergio Álvarez, Hugo Mallo, Gustavo Cabral, Sergi Gómez, Jonny Castro, Nemanja Radoja, Pablo Hernández, Michael Krohn Dehli, Manuel Agudo 'Nolito', Fabián Orellana y Joaquín Larrivey. En el transcurso de la segunda parte entraron Borja Fernández, Charles Días y Levy Madinda.
Escrito por Hugo Estévez (@HuguinsonEC).
No hay comentarios:
Publicar un comentario