jueves, 30 de octubre de 2014

Como el vino viejo, el Celtiña mejora anualmente

Semana sin prácticamente fútbol entre jornadas de liga y semana de análisis de la trayectoria del Celta. Para dicho envite, extraigo datos y estadísticas de los dos primeros meses de competición de las tres temporadas que lleva el conjunto olívico en su nueva andadura por la Liga BBVA (varían en jornadas, según el calendario, pero limito al último partido de octubre el estudio presente).

Un ascenso de categoría, implica competir con equipos de mayor nivel y en este caso, con los más grandes del territorio nacional. Es curioso, que vayamos variando los habituales defensores de nuestras porterías: Javi Varas (2012/2013), Yoel Rodríguez (2013/2014) y Sergio Álvarez (2014/2015) y cierto es indicar, que en las dos primeras temporadas mencionadas el número de goles encajados empezaba a guardar paralelismos; ya es en la actual cuando los registros de dianas recibidas son menores. También, varían los jefes del cotarro: Paco Herrera / Abel Resino (2012/2013), Luís Enrique (2013/2014), Eduardo Berizzo (2014/2015), siendo el asturiano el que cimentó el actual gran Celta.

Bueno, pues vayamos al meollo de la cuestión, por la que aquí me hallo escribiendo.

El dato, que certifica la mejora del equipo olívico en estos tres años, es su primer partido liguero (los tres como locales en las diferentes campañas). La secuencia habida fue derrota-empate-victoria. Y es que en el 2012, se arrancó con un "injusto" 0-1 ante el Málaga, con el gol más prematuro de la liga española, por obra del camerunés Fabrice Olinga, con 16 años apenas. En 2013, el lunes 19 de agosto, bien inició la liga el Celta poniéndose 2-0 al poco de empezar la segunda parte ante el Espanyol, pero dos despistes defensivos por el lateral de Toni Dovale que consumaron la remontada perica (2-2). Y este año, hace dos meses, de recuerdo más reciente y placentero tocó la victoria 3-1 ante el Getafe con tantos anotados por nuestro tridente: Nolito-Larrivey-Orellana.


En la temporada 2012-2013, en los dos primeros meses del largo curso de la competición doméstica, dio para la disputa de 9 encuentros, en los que se sumaron apenas dos victorias como locales ante Osasuna y Getafe (rivales de nuestra "liga") y una tercera de mayor entidad ante el Sevilla. El mes se cerró con un empate a unos en "O Noso Derbi". Es salientable, que el Celta iba haciendo de su feudo un pequeño fortín (ignorando el siempre nervioso debut ante el Málaga, donde quizá pesó la presión, pero también sea dicho que no se transformaron la casi decena de ocasiones de las que se dispusieron). El bagaje a domicilio, fue bastante pésimo, contando todos esos eventuales partidos por derrotas; en Anoeta, Mestalla, Los Cármenes y el Bernabéu, siendo en los tres campos primeramente mentados por la mínima. En la tabla clasificatoria, nuestro equipo estaba reflejado en la décimo-quinta posición.


En la temporada 2013-2014, se comenzó mejor que el año anterior y no se cayó derrotado hasta la cuarta jornada, siendo teloneros del Nuevo San Mamés, un partido donde Charles desperdició un penalty que mandó al provisional paredón del último graderío en construirse (3-2). Antes de esa siempre agradable visita, se cosecharon dos empates en casa ante Espanyol y Granada y se logró una importante victoria en el Villamarín, un partido de calurosa noche veraniega, que comenzó en domingo y acabó en lunes (1-2).

Luego vendría esa semana de tres partidos, donde el Celta empezó su bache de resultados, con el empate sin goles en casa ante el Villarreal, donde Yoel nos salvó los muebles en dos ocasiones en los últimos compases del duelo. Entre semana, visita al normalmente deshabitado Coliseum Alfonso Pérez, donde el experimento de las rotaciones de Lucho, causó más críticas que otra cosa, merced al resultado (2-0). Y ese mismo fin de semana, ante el Elche, por segundo domingo consecutivo, como el fútbol de toda la vida, a las 17 horas y en Balaídos, derrota por la mínima en un encuentro donde se le anuló un gol legal a Santi Mina; quizá cuadramos aficionados locales en opiniones tipo a: que al pillar los equipos que jugaron la jornada antecesora contra el Madrid, se sufren compensaciones arbitrales (o sea, normalmente suelen ser perjuicios). Recordemos aquel penalty pitado al Madrid con el descuento bien avanzado, por un "piscinazo" de Pepe, que les dio la victoria in-extremis a los merengues.

Luego la visita al Calderón, marcada por el flojo marcaje de David Costa a su tocayo de apellido Diego, que hizo doblete y falló un penalty en la primera parte (2-1). Tras el habitual parón de selecciones de octubre, volvía el fútbol a Balaídos en un lunes de la siguiente jornada, recibiéndose al Levante en una tarde muy lluviosa y ventolera, con la práctica del fútbol difícil en el estadio Manuel Balaídos (apagón en el descanso incluido, con nota jocosa, ya que el público entonó el ¿oportuno? "cumpleaños feliz"), que acabó por chafarse del todo con el gol de Pape Diop en el minuto 89, un partido encaminado a la igualada sin tantos. Ese mismo fin de semana, se produjo la mayor goleada del Celta hasta la fecha en su vuelta a la máxima categoría, con ese sorprendente 0-5 en La Rosaleda, que nos llenaba de fuerzas e ilusión para recibir al Barça tres días después. Esa ilusión duró hasta un despiste defensivo de Cabral en el minuto 7, que supuso el gol inicial de Alexis. A destacar en ese duelo, la noche amargada de Yoel a Messi, que le detuvo los numerosos disparos de los que dispuso. Era el último partido de octubre y el Celta vagaba por el puesto que marcaba la permanencia (17º), con apenas 9 puntos en 11 partidos.


En la actual temporada, bien es sabido, que esa presión en campo rival inculcada por el Toto ya en pretemporada comenzó a dar sus frutos en el primer choque liguero ante el Getafe, al que se le venció por 3-1. La novedad, este año son los momentos de bajón celeste en torno al minuto 65 de partido (tras el enorme trabajo físico desplegado en la primera mitad), que costó 2 puntos tanto en la segunda jornada en Córdoba, como en la visita donostiarra a Vigo; quizá esos 4 puntos que nos pondrían ahora mismo en el cuarteto de cabeza. Más valorado fue el empate en el Vicente Calderón en la siguiente jornada, donde Sergio se erigió como la figura celeste, salvando al equipo en claras ocasiones locales y también se vio el punto fuerte actual de los colchoneros, con dos goles a balón parado, a cargo de sus centrales Miranda y Godín.

Jornada 5 y llegaba "O Noso Derbi", la afición mega-motivada, por el partido en cuestión, pero no fue fácil como se podía prever por el Deportivo venir de un serio correctivo ante el Madrid en Riazor (2-8). Marcó pronto Nolito, pero el Celta bajó el pistón y ello se pagó con el gol de Isaac Cuenca al cuarto de hora de la segunda parte. Larrivey aprovechó la única ocasión clara celeste del segundo tiempo a la salida de un córner y unas manos desatinadas de Cabral, pusieron el devenir del derby en manos del Gato de Catoira, que no falló a la cita y detuvo la pena máxima al bosnio Medunjanin. Tres días después y con las rotaciones haciendo buen efecto, se superó al Elche en el descuento con una genial asistencia de MKD a Nolito.

La única derrota hasta la fecha, llegaría ante el "submarino amarillo", que en una pájara de dos minutos de los celestes, puso todo muy a su favor, pese a quedar más de medio partido por delante (1-3). Parón de octubre y desplazamiento en masa a Bilbao, para visitar por primera vez (la afición) el estadio con mejores infraestructuras del país, empate en un partido de hermanamiento, donde lo mejor fue la actuación de la afición y la convivencia con la local, tanto en la previa, como en partido y post-partido. Y último duelo, ante el Levante, endosándole un 3-0, el resultado céltico más holgado de lo que va de la liga en vigor. Este actual sexto puesto (16 puntos en 9 partidos), sigue invitando a soñar con hacer algo grande, sin descuidar que el objetivo inicial sigue siendo la permanencia.

Escrito por @HuguinsonEC


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