Regresa la sección de ex-celestes por el mundo, donde analizamos antiguos jugadores que han vestido la elástica celeste y que, vistan la camiseta que vistan, no han olvidado su paso por el Real Club Celta. En la primera entrega, nos desplazábamos hasta Valencia para recordar a los canteranos Yoel y Rodrigo. En esta ocasión, será una entrega especial ya que recordaremos a dos miembros ex-celestes que han sido muy importantes para ayudar al conjunto vigués a asentarse en la máxima categoría del fútbol español.
Hoy nuestro compañero Raúl S. Saura de @RespirasFCB nos analiza a dos componentes muy importantes del equipo del año pasado que han compartido punto de destino: no sólo el futbolista Rafinha que maravillara a la afición la temporada anterior, también el anterior técnico Luis Enrique, que ahora ha tomado las riendas del FC Barcelona y ha cedido las del Celta al Toto Berizzo, quien ha sabido respetar el bloque heredado. Después de su sobresaliente paso por Vigo, ahora son vistos como dos referentes para el futuro inmediato de equipo culé, en pleno proceso de renovación desde este verano.
EX CELESTES POR EL MUNDO: RAFINHA Y LUIS ENRIQUE
Por Raúl S. Saura
EX CELESTES POR EL MUNDO: RAFINHA Y LUIS ENRIQUE
Por Raúl S. Saura
RAFINHA: LA PROMESA DE UN NUEVO XAVI
El padre Alcántara y referente del EuroCelta, Mazinho, tuvo una seria discusión con la directiva de aquel entonces y decidió por abandonar las relaciones con el club y enviar a sus dos hijos Thiago y Rafinha a otra cantera, la Masía. Allí los dos hermanos no tuvieron problemas para destacar desde el primer momento y al poco se vio en ellos a los futuros cracks del Barcelona. Thiago llegó a formar parte del mítico Barça de Guardiola demostrando inteligencia en el pase, en la colocación, gran capacidad para el regate, disparo y velocidad. Así se entiende que Pep insistiera en llevárselo al Bayern con él a toda costa, lo que desagradó a muchos aficionados culés que ya dudan de volver a verlo vestir de azulgrana.
Del pequeño, Mazinho ha llegado a decir que es el mejor y de momento nadie tiene mucha prisa en corregirle. Él decidió quedarse, al contrario que su hermano; él decidió jugar con Brasil, no con España, y no se arrepiente de su toma de decisiones. Una vez se compromete con un club o una selección es difícil verle despistado, lo da todo en cuerpo y alma. Esta entrega y este esfuerzo espartano maravilló a los técnicos de las categorías inferiores y al poco llegó al Barça B. Una vez fue de los mejores todos daban por hecho su paso al equipo titular, pero la competencia era feroz y el Tata Martino prefirió cederlo al Celta, equipo de su padre, para que se bregara en Primera con Luis Enrique.
Después de un comienzo irregular, la filosofía y metodología de juego del asturiano comenzó a surtir efecto y a recibir el cálido apoyo de la afición al escalar en los puestos de la Liga. Y ese cariño también se mostró hacia su representación sobre el césped: Rafinha era ovacionado en su presentación ante más de 4000 aficionados vigueses. Uno de los líderes del centro del campo, un todocampista con una gran conexión con Charles que llegó a convertirse en titular indiscutible pese a alguna lesión y a aportar 4 goles. En su último partido, la victoria ante el Real Madrid, su marcha ya era conocida y Balaídos lo ovacionaría y reclamaría que permaneciera en el conjunto de Vigo.
Terminaba su cesión y el Barcelona lo reclamaba de vuelta tras el año en blanco con el Tata Martino. Se pedía una renovación de la plantilla, jóvenes, cantera... y regresaron Deulofeu y él. Al poco Luis Enrique, otro retornado, envió a Deulo a Sevilla en un master de tareas defensivas con Emery pero Rafinha se quedó, él era el entrenador sobre el campo, el protegido tras su experiencia juntos en Galicia. Sin embargo, las lesiones no le han permitido medrar por un puesto en el once frente a titanes como Xavi, Iniesta o Rakitic, y sólo ahora, una vez recuperado y con el título de jugador revelación de la LFP por su estancia en el Celta de Vigo, puede aspirar a ello desde ya. Si demuestra la misma magia que conoció Balaídos nada ni nadie lo detendrá.
LUIS ENRIQUE: LA PROMESA DE UN NUEVO GUARDIOLA
Rafinha no fue el único que hizo el puente Vigo-Barcelona este verano, su técnico la temporada anterior y la actual, Luis Enrique Martínez, le acompañó. El asturiano, después de su paso por Barça B y la Roma, recaló en Vigo a la espera de los acontecimientos en Can Barça tras la llegada de un argentino desconocido a uno de los mayores clubes del mundo. Sin embargo, tanto mirar a la Ciudad Condal no le produjo tortícolis y comenzó a trabajar en Vigo al máximo desde el primer momento. Con entrenamientos triples, jornadas de gran exigencia física y mucha preparación táctica, al principio muchos jugadores se sintieron incapaces de seguirle el ritmo y su puesto se tambaleó pero él siguió confiando en su método con "ADN Barça" pero con filosofía de iron man.
Al final, la plantilla reaccionó como esperaba y terminó registrando una temporada sobresaliente con los celtistas, por los que siempre mostró mucho respeto y cariño como le concedió la afición. El juego desplegado por los equipos maravilló a los futboleros y su rabiosa presión y su ataque contundente sustentado sobre figuras como Nolito, Kron-Dehli, Fontàs o el mismo Rafinha. Su exigencia terminó por surtir sus frutos y su proyecto quedó respaldado y sigue a día de hoy con el técnico Berizzo, que no se queja precisamente de la herencia recibida.
Sin embargo, el objetivo en mente de Luis Enrique no era permanecer en Vigo mucho tiempo, el ambiente le encantaba y el estadio le admiraba, pero su sueño era entrenar al equipo de su vida y este verano se le otorgó la oportunidad. Le pidieron un equipo físico, fuerte, decidido, firme como su Celta solo que entrenando ahora a los Messi, Iniesta, Busquets y demás llegados para reforzar al equipo junto con él. Pasaba de luchar entre la permanencia y la Europa League a pelear por la Champions y no flaqueó. Eso sí, para ello debía contar con su leal Rafinha, que es para él lo que Thiago para Guardiola. Ahora, tras la derrota ante el Madrid en el Clásico de este sábado, algunas voces culés lo descalifican por poco preparado para ocupar un banquillo tan importante, pero otros prefieren mirar atrás a su año gallego y confiar en que despegue de manera espectacular aunque retardada, como entonces. En eso, el humilde Celta es una inspiración para el Barcelona.
Desde aquí, agradecer a Raúl S. Saura y @RespirasFCB su colaboración y análisis.
Sígueme en @mundo_celeste
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