Las
actuales y futuras perlas de la cantera celeste
¿Qué pasa con la cantera?, ¿Dónde
está ese proyecto que tanto incidían desde la directiva?, ¿Ya nos
hemos olvidado de todo lo que nos dio?, ¿Volverán las oscuras
golondrinas a revolotear una prolífica fábrica de futbolistas como
es “A Madroa” ?
Estas y otras preguntas llevan un
tiempo rondando la cabeza de muchos aficionados celtistas, entre los
que me incluyo. Desde que el Celta logró el ansiado ascenso, hemos
visto como poco a poco el equipo crecía con jugadores
internacionales de calidad y que a su vez este crecimiento cortaba la
progresión de jóvenes perlas que llamaban a gritos una oportunidad
con el primer equipo.
No hace mucho tiempo era una realidad
ver a un equipo casi repleto de canteranos en el once titular. No hay
que irse muy lejos ya que en la temporada del ascenso (2011/2012), el
club olívico jugaba de media con 6-7 futbolistas “made in Madroa”.
El partido con mayor número de canteranos fue contra el Villarreal
“B” en la jornada 32, con nada menos que 9 futbolistas criados en
las categorías inferiores. Así, futbolistas como Sergio o Yoel,
Hugo Mallo, Túñez, J.Vila, Lago, Oubiña, Álex López (el
ferrolano no podría llegar a considerarse del todo canterano ya que
fue criado por las categorías inferiores del Rácing de Ferrol),
Toni y Iago Aspas hacían las delicias de unos aficionados que
comenzaban a sentirse identificados con sus jugadores, con ese
sentimiento de arraigo a una tierra propia.
Arriba: Lago, Aspas,
Túñez, Vila, Toni, Oubiña y Álex. Abajo: Jota, Mallo, Jonny,
Sergio y Dani Abalo.
Sin embargo, hoy en día muchos de
esos futbolistas ya no están en el Celta. Unos se fueron buscando
crecer en otro equipo con mayores aspiraciones deportivas, o también
con el afán único de percibir mejores retribuciones económicas a
pesar de dejar a un lado el ámbito deportivo. Otros, simplemente, no
daban la talla para un Celta de Primera División.
Mientras tanto, el club seguía
alardeando a los cuatro vientos que los cimientos de su proyecto era
la cantera. Si bien es cierto que muchos jóvenes -un total de 8-
realizaron la pretemporada y disputaron amistosos veraniegos con el
Celta, no es menos real que cada vez es más complicado ver a
productos propios en el primer equipo. Luis Enrique tiró de la
cantera, sacó una joven perla como David Costas e hizo debutar
frente al Osasuna al joven central David Goldar. Además, otorgó
mayor protagonista a Santi Mina.
En cambio, con la llegada de Berizzo
tanto David Costas como Santi Mina no cuentan para el técnico
argentino, aunque el delantero celeste sí ha entrado en alguna
convocatoria. Quizás, la premura con la que Lucho utilizó a los
canteranos pudo haber perjudicado su progresión futbolística. Es
cierto que, por unas u otras razones, no todo jugador criado en las
categorías inferiores vale para alcanzar la máxima categoría y que
en ocasiones es necesario ir muy despacio con los jugadores que
despuntan en el filial o juvenil, pero es necesario otorgarle minutos
que generen esa confianza que le permita ir asentándose en el fútbol
de otro nivel.
Desde el primer día, el “toto”
proclamó que la subida de jugadores entre primer equipo y filial
sería constante. Y así lo demuestran los entrenamientos. Pero, a la
hora de los partidos, queda bastante claro que tiene un once definido
dónde únicamente dos canteranos -Sergio y Jonny o Hugo- tienen
cabida, tres si contamos a Álex López como jugador criado en la
Madroa.
Si el proyecto de la directiva es la
cantera, ¿porqué se acude al mercado exterior?, Es evidente que
para determinadas posiciones era necesario fichar, como la de
delantero -ante la salida de Bermejo- o por ejemplo la de mediocentro
con un futbolista que pudiera sustituir a Oubiña y se complementase
con Borja Fernández, pero para otras posiciones..¿no era suficiente
con mirar dentro de casa?. El ejemplo más claro lo tenemos en Pablo
Hernández y Madinda. Seguramente, la posición de
interior/mediapunta podría ser ocupada por el gabonés, quién ha
demostrado sobradamente su valía en este equipo. Sin embargo, la
inversión realizada en el fichaje estrella del verano obliga al
míster céltico a intentar meterlo como sea en el once y en la
dinámica de grupo y, a pesar de su clase, todavía se evidencia la
necesitad de mejora del internacional chileno para alcanzar la
titularidad.
De esta manera, parece que la cantera
simplemente ha servido para salvar del pozo a un equipo que vivía en
las catacumbas económicas y que, sin penurias, le resulta más fácil
mirar hacia fuera que hacia dentro.
La cúpula directiva tiene que tener
bien claro que prefiere; si un Celta gallego y repleto de canteranos
que conecten con la grada y que quizás generen mayor inestabilidad a
nivel deportivo pero otorgando a largo plazo grandes réditos
económicos, o un Celta cada vez más internacional que incremente su
exigencia clasificatoria en donde las perlas de la Madroa vayan
perdiendo, paulatinamente, protagonismo.
Parece que últimamente, estamos
optando por este segundo punto. Por tanto, ¿proyecto de cantera?.
Ahora mismo, no lo veo.
Escrito por Diego Bermúdez de
@mundo_celeste
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