Mouriño y Caballero (rccelta_oficial) |
Hoy, 23 de enero de 2015, es un día histórico para todo el celtismo y, por ende, para la ciudad de Vigo y su comarca.
Tras muchos planes, propuestas y frases populistas llevadas por el viento, hoy se ha puesto la primera piedra para la reforma del estadio municipal de Balaídos. Un recinto deportivo que lleva desde el Mundial de España en el 82 sin una mísera reforma y que, constantemente, venía dando avisos de su degradante estado de salud. Fugas de agua, grietas o caída de cascotes eran habituales en un coliseo que, por su localización, ha sufrido más de una inundación, lo que unido a la más que deficiente evacuación del público en caso de emergencia hace que la reforma sea imprescindible.
¿Por qué se ha esperado tanto tiempo para realizar una reforma necesaria? Seguro que es la pregunta que muchos celtistas se han hecho; cuya respuesta se relaciona con la actual época de crisis o con la excusa de los 5 años en Segunda División.
Sin embargo, la noticia llega tras varios retrasos y, ¡que casualidad!, en año electoral. ¿Coincidencia? No lo creo.
Primero iba a realizarse tras el comienzo de la competición en septiembre. Después que si para diciembre, y entre medias disputas y dardos envenenados entre las instituciones vinculantes al proyecto. Lo de siempre en estos casos. De esta manera, aún cuando el Alcalde de Vigo, Abel Caballero, aseguraba que las obras comenzarían en unos días, Rafael Louzán, presidente de la Diputación de Pontevedra, aseguraba que tenían el dinero ya comprometido para ellas pero que esperaban una reunión con el Ayuntamiento vigués; reunión que se producirá para la firma del Convenio una vez se supere la primera fase del proyecto.
Y llegamos al día de hoy, histórico, gracias a la aprobación en la Junta de Gobierno Local de los últimos trámites administrativos relacionados con la estructura del estadio municipal. Tras la parafernalia del acto simbólico, presenciado por ediles municipales y consejeros celestes, donde se colocaría en una urna recuerdos (periódicos, camiseta del Celta y copia del convenio), Carlos Mouriño mostraba su felicidad: "creo que es un momento histórico tras estos 30 años de pelea sin conseguirlo", mientras que Caballero expresaba que "muchos aficionados y no aficionados estaban esperando a que tomáramos esta decisión. Porque el Celta es un elemento central en la vida de Vigo".
Caballero y Mouriño tapando la urna (@rccelta_oficial) |
Así pues, se abre una primera fase donde el Concello destinará en torno a 2 millones de euros a la reforma de la grada de Río, que es la más deteriorada del coliseo olívico, comenzando este próximo domingo con el refuerzo de los contrafuertes y paredes exteriores de la misma. La estimación de la duración de esta obra se calcula en 4 meses. Sin embargo, el evento electoral del mes de mayo puede provocar que únicamente Río y Tribuna, de la cuál se encarga el Celta -la previsión es que comience en unas semanas- , queden realmente finalizadas en el presente año.
Esto es debido a que la continuidad de la reforma se supedita a la firma del Convenio entre Concello y Diputación, que se realizará una vez terminen con la primera fase -seguramente tras las elecciones-, donde se firmará que ambos estamentos aportarán la misma cuantía económica (10 millones aproximadamente cada una) en una situación en la que puede suceder que ni Caballero ni Louzán continúen como dirigentes en sus respectivos cargos. De esta manera, el panorama a meses vista deja un latente horizonte de inestabilidad. Además, participarán en el proyecto otras instituciones como la Zona Franca, quien se relaciona con la elaboración de un párking, o la Xunta de Galicia, que ayudará en la remodelación de las pistas de atletismo anexas a Balaidos.
Con esta reforma, se pretende otorgar un nuevo aire de modernidad, comodidad y funcionalidad a una vetusta instalación. La cubierta del estadio simulará "olas y algas", en palabras del propio Caballero, mientras que las gradas se acercarán al campo quedándose a una distancia de 4 metros, como ya informábamos en verano aquí.
Ahora, falta por averiguar que va a hacer la directiva con los celtistas abonados situados en las gradas de Río y Tribuna. Habrá molestias, pero el motivo vale la pena. Por fin, veremos también si ha merecido la pena esperar tanto por el enésimo proyecto del nuevo Balaídos.
Ahora, falta por averiguar que va a hacer la directiva con los celtistas abonados situados en las gradas de Río y Tribuna. Habrá molestias, pero el motivo vale la pena. Por fin, veremos también si ha merecido la pena esperar tanto por el enésimo proyecto del nuevo Balaídos.
recreación del futuro estadio (Faro de Vigo) |
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El acto simbólico quizá sea un calmar las aguas, pero yo respiraré tranquilo cuando el personal encargado de acometer la reforma se ponga manos a la obra, nunca mejor dicho.
ResponderEliminarHay unas elecciones municipales en mayo y eso puede variar todo el cotarro y las previsiones de las fases de la reforma. Esperemos que sea cual sea el resultado de los comicios locales, no trastoque el programa sobre el Nuevo Balaídos.